Las asociaciones profesionales Aiel, Ebs, Elettricità Futura y Fiper han publicado un documento instando al gobierno a tomar nuevas medidas urgentes para garantizar la contribución de la biomasa al mix energético durante la próxima década.
Quotidiano Energia – 28 de julio de 2020 – Las asociaciones de biomasa han presentado un documento/manifiesto conjunto instando al gobierno a volver a situar el sector de la bioenergía en el centro de la agenda política.
Un sector, explican en la nota que acompaña al documento (adjunta a continuación), que produce energía renovable y, sobre todo, promueve el desarrollo local y la protección territorial en las denominadas zonas «internas y marginales».
Los datos actuales muestran que la biomasa leñosa genera aproximadamente 86 TWh de energía térmica y 4 TWh de electricidad al año. En Italia, las extracciones son de 0,71 m³/ha, en comparación con la media europea de 2,39 m³/ha.
Las asociaciones expresan una gran preocupación por el futuro del sector.
Según AIEL (Asociación Italiana de Energía Agroforestal), EBS (Asociación Italiana de Productores de Energía de Biomasa Sólida), Elettricità Futura, la principal asociación eléctrica italiana, y FIPER (Federación Italiana de Productores de Energías Renovables), la intervención para mantener la capacidad de generación actual y desarrollar nueva capacidad de biomasa es prioritaria.
Esta intervención es crucial para la planificación de las energías renovables hasta 2030 y para alcanzar los objetivos establecidos por el Gobierno en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) presentado a Bruselas.
En el Manifiesto «Propuestas para la Continuidad y el Desarrollo de las Plantas de Biomasa Leñosa», las asociaciones reclaman acciones concretas, comenzando por la emisión del tan esperado «DM FER2», pero, de forma más general, medidas relacionadas con la implementación de la Estrategia Nacional Energética Italiana (PNIEC) y el Pacto Verde Europeo, que reconocen el apoyo necesario para un sector que atraviesa importantes dificultades, tanto para plantas pequeñas como grandes. Cabe destacar que Francia, España y Alemania prevén un aumento del 68% en la bioenergía para 2030, en comparación con el 30% previsto en Italia.
A falta de medidas, según las asociaciones, las dificultades actuales para implementar nuevas iniciativas, así como el desmantelamiento progresivo de un parque de plantas aún en funcionamiento, dificultarán aún más el logro de los objetivos establecidos.
En esta delicada fase de recuperación de nuestro país, la producción de energía con biomasa (térmica, eléctrica y de climatización) garantiza el desarrollo de cadenas de suministro locales, con beneficios ambientales, sociales y económicos: desde la gestión y el mantenimiento de los activos forestales hasta la valorización de tierras marginales y el uso de subproductos, y la redistribución de la renta en toda la región.
Para las asociaciones, la trazabilidad de la biomasa (y la documentación que acredite su origen a una distancia máxima de 70 km), el cumplimiento de los límites de emisión de polvo (valor límite: 30 mg/Nm³ al 6 % de O²), el mantenimiento de la capacidad instalada y el desguace de plantas obsoletas son importantes.
Además, la industria nacional es un actor dinámico e innovador en la producción de tecnologías y servicios para el sector de la biomasa.
Por último, la programabilidad de esta fuente y su posibilidad de uso para todos los usos energéticos, tanto en aplicaciones a gran escala como residenciales, la hacen especialmente útil en la transición hacia un modelo caracterizado por la difusión de fuentes intermitentes y soluciones de generación distribuida basadas en la interacción entre productores, distribuidores y consumidores (comunidades energéticas).